miércoles, mayo 10, 2006

VISITAMOS ANTEQUERA

AIXA VISITARÁ ANTEQUERA EL PROXIMO EL
27 DE MAYO DE 2006
En dicho viaje veremos:
Por la mañana: La ciudad de Antequera

Comeremos en el Restaurante: LOS DOLMENES
Entremeses 4 per. (Jamón, caña de lomo, salchichón y Queso)
1º.- Porra Antequerana
2º.- Merluza a la sidra
o medallones de solomillo a la malagueña
Postre casero – Café o infusión, Rioja de la Casa . Agua.

Por la tarde Visitaremos el Torcal (Ruta Verde)
Aconsejamos ropa cómoda, zapatillas y gorra para andar un poco.

Precio: 28,00 €
(Incluye, Guías, Bus, Comida, Entradas..)
PLAZAS LIMITADAS (INSCRIPCIÓN POR ORDEN DE ENTRADA)

domingo, mayo 07, 2006

AIXA EN LAS ALPUJARRAS

Dejando pasar el mes de Marzo y la Semana Santa, de nuevo AIXA, retoma sus aventuras, esta vez por tierras granadinas. El 22 de abril de 2006, viajamos a las Alpujarras, espacio comprendido entre la vertiente meridional de Sierra nevada al Norte y la Costa Mediterránea al Sur.
En una abrupta región montañosa, de increíbles paisajes accidentados, salpicados de contrastes, como consecuencia de su clima y altitud, se pueden contemplar desde los paisajes alpinos de Sierra Nevada hasta los de la Costa Subtropical. Su originalidad climática ha dado lugar que algunos autores, distingan una Alpujarra Alta, donde se deja sentir el frío de la alta montaña; una Alpujarra Media con clima más matizado y una Alpujarra Baja, al abrigo del clima suave y húmedo de la costa.
Confluyen en ella, tres espacios protegidos: Reserva de la Biosfera por la Unesco; Parque Natural de Sierra Nevada y Parque Nacional de Sierra Nevada, que hacen que los recursos que posee sigan disfrutándolos muchas generaciones, por lo que es muy importante no olvidar nunca que la tierra no nos la han dejado nuestros padres, sino que se la hemos tomado prestada a nuestros hijos.
La Alpujarra es una de las comarcas andaluzas más singulares de toda Europa. La belleza de sus paisajes ha cautivado a numerosos artistas y escritores: Pedro Antonio de Alarcón, Federico García Lorca, Julio Caro Baroja, Virginia Wolf, Gerald Brenan, Pío Navarro Alcalá Zamora, Antonio Gala, ... siendo posiblemente la zona que ha servido de inspiración del mayor número de libros de viajes.
Nuestro camino, comienza en Lanjarón, la ciudad balneario más famosa de España y puerta de entrada a las Alpujarras, donde paramos para desayunar.
Seguimos viaje hacia Órgiva, capital de comarca, que da acceso a la Alpujarra Alta y que asentada entre los ríos Chico y Guadalféo, su hermosa vega y la disposición de sus barrios antiguos mantienen su sabor morisco. Actualmente es famosa por la Fiesta del Dragón, que todos los años al inicio del mes de abril, concentra en sus alrededores a multitud de hippies que dan la bienvenida a la estación primaveral.
Subiendo el Barranco de Poqueira, agarrados a las rocas, aparecen tres pueblos de la Alpujarra Alta: Pampaneira, Bubión y Capileira, que se elevan por el barranco intentando alcanzar el Veleta.
Pampaneira, pueblo típicamente alpujarreño con tan solo 308 habitantes, domina el barranco de Poqueira, con un desnivel de 287 mts. entre la parte baja y alta del pueblo. Su principal interés es el Turismo Rural, clave de su economía local. Desde la plaza se visita una calle muy estrecha surcada en su centro por una acequia por donde discurre el agua y que tiene en su parte central La Moralea, un comercio muy especial donde tomar unos buenos vinos de la zona, la calle acaba en un mirador desde el que se divisa la parte baja del barranco de Poqueira.
Bubión situado en el centro del barranco de Poqueira, es un pueblo tranquilo de 364 habitantes situado a 1.300 mts. de altitud, siendo su principal actividad económica el turismo rural y el comercio artesanal. Cuenta con gran cantidad de casas rurales para alquiler y una magnífica villa turística.
Capileira, situado en la parte alta del barranco de Poqueira, se encuentra agarrado al mismo con unos desniveles que llegan a ser de 100 mts. entre la parte y la parte baja del pueblo, encontrándose al límite de las nieves perpetuas de Sierra Nevada.
Los tres pueblos tienen en común el gran espíritu conservacionista de la cultura alpujarreña, que se muestra de una manera magistral en su arquitectura y en la construcción de las casas, que conservan como una reliquia del pasado histórico. Los materiales de construcción son los propios de la zona: piedras y argamasa para los muros de la casa, tanto las paredes exteriores como las interiores tienen parecido grosor, ya que ambas soportan el peso de los techos. La madera para los techos es de nogal, castaño, pino, olivo y almendro. Las vigas para formar el techo unen unas paredes con otras, y sobre aquellas, en cruz, se colocan las alfajías de bastante menor grosor, sacadas de las ramas de los árboles. Encima de las alfajías se colocan planchas de pizarra y sobre esta, arcilla magnesiana gris o launa.
Los terrados tienen unas pizarras que sobresalen de 10 a 20 cm. de las paredes exteriores (beriles), para evitar el deslizamiento de los chorreones de lluvia. Estas pizarras están cogidas con launa y piedras, formando un montículo a lo largo del perímetro del terrado, para precaver la erosión y las goteras. Rematando la vivienda la típica chimenea redonda
Continuando camino, nos dirigimos a Trevélez, situado al suroeste del Mulhacén a 1.476 mts. de altitud, con un desnivel entre barrios de 200 metros entre sus dos ríos “Chico” a la izquierda y “El Grande” a la derecha. Para ir haciendo ganas, visitamos un secadero de jamones, donde nos indica la dueña que tiene alrededor del 1.000.000 de jamones, que cosa curiosa, no son criados en el pueblo, pues en Trevélez, no hay cerdos, sino que de otras provincias, los llevan allí para secarlos y curarlos, lo que ha dado fama mundial a Trevélez, conservándose en el Ayuntamiento un sello que dejó la reina Isabel II, en 1.862, con motivo de un premio concedido como reconocimiento a la calidad de los mismos. Con una población de 853 habitantes, la mayor parte de la tercera edad, últimamente la juventud se queda en el municipio por el trabajo de la industria del jamón, la construcción y los numerosos establecimientos de hostelería, alojamientos rurales, camping, que han revitalizado toda la comarca.
Es el momento de comer y lo hacemos bien degustando el jamón, la sopa alpujarreña y el plato alpujarreño (patatas a lo pobre, huevo, longaniza, morcilla), que algunos no pueden acabarse, todo regado con vino de la zona.
Llega la tarde y la lluvia nos impide poder pasear por sus calles y plazas, así que decidimos volvernos, para parar en el camino en la Fuente Agria próxima a Pórtugos, conocida por sus beneficios medicinales, para las enfermedades del riñón e hígado. Su nombre viene dado por las características químicas y físicas, al tener una gran cantidad de hierro y estar gasificada de forma natural con una apariencia de color característico debido a la Limonita, componente principal del hierro que contiene. El nacimiento está formado por 8 caños de agua, pero cruzando la carretera y bajando 83 escalones, nos conduce al rincón más bonito que la naturaleza ha preparado en la Alpujarra, unas cascadas de agua ferruginosa que caen de una altura de 20 mts. y han ido coloreando de calabaza todo lo que tocan por efecto de la Limonita.
Es la última parada, desde aquí volvemos contentos y pensando en el próximo, que será por tierras de Antequera. Nos veremos.
José A.Ruiz